David González restaura, transforma y ensambla motos (principalmente) de estilo cafe racer. Las cuales encajan tremendamente con su personalidad creativa y estilo. Este tipo de motocicletas provienen de los años cincuenta, producto de la cultura rocker del momento. Época en la que además se buscaban motos rápidas para ir en “peregrinación” de café en café. El nombre, aunque esto es algo que pertenece a la leyenda urbana, parece que nació al unir esas cafeterías con las carreras que desarrollaban los jóvenes entre cada localización. Y que duraban lo que una canción en la gramola del local.
En el año 2011 comienza de manera oficial a trabajar en su propio taller, ADHOC CAFÉ-RACERS, desde donde transforma con sus manos estas máquinas.
Nací en Barcelona hace 40 añazos. En casa siempre hubo motos, y después de pasar por varias cilindradas y estilos, opté por hacerme mis propias motos. Digamos que fue una causa/efecto.
No, yo no soy mecánico, soy un “artesano” autodidacta en este campo. En mi anterior oficio también usaba herramientas y técnicas, pero esto es algo totalmente diferente. Me permite la comodidad de un espacio cerrado con las cosas siempre a mano, y ciertos rituales para afrontar la jornada.
Cada proyecto conlleva un estudio o análisis de las necesidades del cliente y del potencial o posibilidades de la moto. Una vez empezado, vamos desarrollando las diferentes piezas o adaptación de accesorios, se eligen colores, tejido del asiento etc.
Cada moto es diferente. Un proyecto pequeño puede llevar tres semanas, y los más complejos hasta cinco o seis meses.
La creatividad nace de la inquietud, del hecho de tener algo entre manos y darle vueltas y más vueltas. De buscar información o ideas de otros artesanos en otras especialidades. También del prueba/error, ya sea sobre un boceto o directamente sobre la pieza en sí.
No podría decirte solo uno, ya que por desafío puedo entender desde las propias motos como al desarrollo de mi marca, imagen, redes sociales.etc
Aunque recuerdo ahora con cariño la de horas perdidas en mi moto numero 5. Tras varias semanas trabajando, tuve que deshacer todo lo que había hecho y comenzar de cero. Aunque después, el resultado ha sido una de mis motos más impactantes.
Una ruta que conozco bien, aunque no he hecho en moto, es por Niza. Mónaco. Recorrer toda la costa de Liguria, pasando por Génova, Portofino y llegar hasta Milán. Pero también me gustaría escaparme a Marruecos con unos amigos y disfrutar una ruta llena de contrastes.
¡Así es! En diciembre alquilé un nuevo local. Es importante estar cómodo, pero no acomodarse. Y necesitaba más espacio, ya que entre los muchos nuevos proyectos, se encuentra restaurar un coche. Tenemos un mercedes Clase G de 1980. Un reto muy importante, ¡pero a la vez muy ilusionante!
Gracias a ti, por tu iniciativa y también por contar conmigo para tu proyecto de la Handcraft Society ¡Un abrazo grande y espero tu visita por el nuevo taller!