Dedicamos este post con inmenso cariño a la persona que nos acompañó desde nuestro inicio hasta el final de su carrera.
Siempre desde el orgullo y la felicidad de haberte encontrado en el camino, te damos las gracias Conchin.
Como toda bonita historia, todo comienza con una protagonista y con su particular viaje que comenzó a andar a sus 15 años.
En el año 1969, Concepción Domínguez Zarzo (Conchín en nuestra casa), arrancó su profesión en el mundo de la costura desde muy temprana edad. Eran otros tiempos en los que los jóvenes empezaban a dar sus primeros pasos profesionales cuando apenas tenían 14 años.
Su primera formación como costurera se desarrolló en una empresa de lencería llamada Kiss. Debido a su inquietud por aprender, prosiguió su andadura por diferentes empresas. Perona, Gabol, Latorre, Tiger o Tresillos Rivadulla. En ellas se cosían desde mochilas, bolsos, prendas de ropa hasta sofás.
Alcanzó tal grado de maestría, que se encendió en ella la luz del emprendimiento. En el año 1990 Conchin, creó su propio taller de costura con un equipo de seis costureras. Vinieron años de duro trabajo, pero recompensados con la alegría de un periodo de bonanza. Bonanza que duró hasta que llegó el 2008 con el que, como ella dice, “vino la gran crisis que nos obligó a cerrar nuestros talleres”. Esa etapa y la fuga de trabajo hacia países asiáticos dejó su profesión en vías de extinción.
Después de cerrar su proyecto, pero con ninguna intención de abandonar su oficio, empezó a trabajar de manera autónoma a través de su taller en Benaguacil.
“Coser fue un trabajo, un medio de vida para mí, pero jamás una carga. Siempre disfrute mucho de mi profesión hasta el punto de evadirme de los problemas mientras cosía”.
Y un día del 2013, el hijo del fundador de una empresa de sofás para la que había trabajado, le propuso que cosiera unas mochilas con un diseño muy peculiar. Aquellas mochilas se llamaban Ribags, pero eso, como suele decirse, es otra historia.
Querida compañera gracias por haber compartido con nosotros tu viaje. Gracias por todo lo que nos has dado.